Encuentro con los caballos del Bosco di Macchia




Piérdete por este bello bosque, cruzándote con sus manadas de caballos criados en libertad, con sus vacas, y buscando el Ponte del Diavolo, hasta llegar al cráter de un volcán con su Caldara de azufre en plena erupción






El bosque de Macchia Grande es sin duda unos de los bosques con más magia de los que hasta ahora he estado por Roma, situado en Manziana (Roma) a una hora aproximada de la capital. Vayas en la época que vayas te vas a enamorar de este lugar por su belleza, que te acompaña todo el rato con sus grandes árboles y amplia vegetación y por todo lo que te va a regalar, manadas de caballos criados en libertad, vacas blancas típicas de Italia con sus grandes cuernos, un puente romano protegido por el bosque, un aljibe romano y muchas cosas más, eso si, no siempre se ven a los caballos o a las vacas, son ellos los que escogen verte a ti. Lo mejor de este bellísimo lugar es "perderte" por la multitud de sendas que tiene, dejarte llevar por su belleza y tu intuición.







Se puede aparcar en las calles que hay en un pequeño polígono en las afueras, cerca de donde se encuentra la entrada principal del bosque, ya que tiene varios accesos. Nada más pasar la barrera de la entrada donde está el cartel de madera anunciando el nombre 
del bosque, te encuentras a la derecha una librería de intercambio de libros, una zona de barbacoas (creo que es privada o con contribución), y un pequeño parque infantil  a la izquierda. 








Sigues por la vía principal que cruza todo el bosque en linea recta, que en su tiempo fue una vía romana, que te deja fascinado por su amplitud y por todos los grandes arboles que están a su lado, sintiendo que este lugar siempre ha estado así, que por mucho que pasen los años la energía de este bello pulmón verde nunca cambia. En menos de un kilómetro llegas al primer cruce grande donde te encuentras con una fuente, desde allí tienes varias opciones, yo he girado a la derecha por otra vía principal, osea un camino ancho pero a los pocos metros me he metido por una senda, como a mi bien me gusta, senda poco transitable, a la aventura, viendo donde me lleva, y así he estado dejándome llevar por sendas y caminos, pero siguiendo mi orientación porque el objetivo era llegar al Ponte del Diavolo, que no había estado nunca (en el bosque si), pero sabia más o menos donde estaba ubicado. 



Via principal





 Después de dos kilómetros a la aventura he llegado a una vía ancha que te lleva a otro acceso del bosque donde hay una ganadería de vacas que generalmente  las vacas y sus terneros están sueltos en el terreno, sin vallado, entonces te puedes acercar a ellas para hacer alguna fotografía, están acostumbradas a las personas entonces no huyen al verte, en otra ocasión que estaba haciendo un paseo con una amiga me encontré con una pareja de vacas pero éstas criadas en libertad en medio de bosque, y cuando me acerqué para hacerle unas fotos me giré rápidamente porque por lo menos uno era un toro.






     

Manada de vacas con sus terneros




con estos me giré rapidamente!!!






Siguiendo el camino dejando la ganadería a la izquierda, me he metido por un terreno privado buscando el Ponte del Diavolo, desde el bosque se puede llegar pero no he encontrado ninguna senda ni cartel que lo anuncie, por eso al ver una senda por este terreno me he metido, que enseguida he dado con una vía romana, al verla pensé, voy por buen camino, y así fue, esta bella vía romana que se hace pequeña como un sendero te lleva primero  a unas piedras, que a primera vista cuando lo ves no te imaginas lo que es.



Parte superior del Ponte del Diavolo






 Hasta que descubres que es parte del muro del Ponte del Diavolo, siguiendo la senda dejando las piedras a tu izquierda enseguida baja  a un pequeño riachuelo y entre su maleza encuentras el Ponte del Diavolo, cubierto por plantas y apuntalado con puntales para que no se caiga, y normalmente suele venir un potro a saludarte, por lo menos a mi dos veces que he ido a venido. Después cuando he vuelto al punto donde estaban las piedras y ese pequeño muro, he visto una senda que bajada, pues ha sido bajando por esa senda cuando he descubierto que esas piedras eran parte del Ponte del Diabolo, la parte baja del muro, que está muy bien mantenida y si no eres curioso como yo y bajas por esa senda no se ve esta belleza de muro totalmente integrado con la naturaleza.




Ponte del Diavolo y su residente





Muro inferior Ponte del Diavolo




 Después volviendo para ir a la Caldara, me giré y volví de nuevo hacia el puente, porque este día llovió y estaba con nubes, entonces en ese momento salió el sol y ni me lo pensé un instante en volver para contemplar esta belleza de lugar con la luz de nuestro querido sol. Volviendo por la vía romana hasta la ganadería, he girado hacía la derecha,dejando también el prado de las vacas a la derecha y el bosque a la izquierda y en poco metros pasas una barrera donde te dice que estas fuera del bosque y empieza una calle de tierra,  esa misma calle al poco llegas a un cruce, sigues recto y después de un kilómetro y medio aproximadamente termina la calle, giras a la izquierda y en breve llegas a una carretera, cruzas la carretera y el camino de enfrente en menos de un kilómetro te lleva al parking de otra maravilla de este bellísimo país que es la Caldara di Manziana, este cráter que conforme vas llegando ya su fuerte olor a azufre se siente, y una vez que ya estás en el cráter no paras de escuchar el sonido del agua y las burbujas de aire que salen del suelo, y conformas mas te acercas a la caldara más fuerte se escucha la fuerza del agua, y cuando llegas a la principal caldara te embobas con su agua de color azul celeste y su circulo blanco causado por el azufre.




Caldara di Manziana





Después de darle la vuelta al cráter, he vuelto por el mismo lugar, y nada más cruzar la carretera grande he girado a la derecha, y esta calle te lleva directo al bosque, a otro acceso, cuando he entrado en el bosque la idea era seguir recto ya que ésta es la vía principal y así terminar la ruta, pero en verdad me apetecía más, y como había visto un cartel donde indicaba varios puntos de interés en el bosque, me decidí por buscar la Grotta di Pisto, que después otro día que fui con un amigo, me explicó que no es una grotta (cueva), sino que era un aljibe romano. Había visto en un mapa el dibujo de la Grotta que estaba hacía derecha de donde yo estaba, lo que no sabía a que altura, entonces como la primera búsqueda del ponte del Diabolo no ví ninguna indicación pues pensé que para encontrar la grotta debía de ir a la aventura y probando por sendas, entonces al primer intento no lo encontré, al segundo tampoco, pero al tercero estaba seguro que lo iba a ver y no porque a la tercera va la vencida, sino porque esta vez si había un cartel que lo anunciaba.




Grotta di Pisto









Volviendo hacia la vía que estaba el cartel de la grotta, he girado a la derecha una vez que he llegado y esa vía te lleva a un cruce, giras a la izquierda y en breve sales al cruce donde esta la fuente, y ya de allí hacia la derecha por la vía principal llegas al punto de inicio.

Por cierto no he hablado como fue mi encuentro con los caballos, la primera vez que vine a este bosque se me cruzó la manada, saliendo del bosque y se pusieron delante de mi, en mi camino, y la señal que sentí fue muy clara, era yo quien le cortaba el camino a ellos, así que rápidamente me aparté y pasaron. Después en esta caminata, después de ya haber hecho casi todo el recorrido y buscar la grotta no se me habían aparecido, hasta que llegó ese gran momento, un poco antes de llegar al cruce de la fuente, sentí algo, escuché pisadas, entonces me adentre en el bosque y allí me encontré a la manada esparcida comiendo tranquilamente, esta vez me acerque y me dejaron estar allí con ellos, me senté y allí estuve un buen rato viendolos y disfrutando de este momento que sin duda es uno de los mas bellos que he vivido caminando, y como siempre pensamiento positivo, por eso tuve que buscar tres veces la grotta, para así hacer tiempo y encontrarme con esta familia de caballos. 

Lo dicho.... Piérdete por este bosque mágico y ojalá que las manadas de caballos se te aparezcan.




Familia de caballos criados en libertad




Más fotografías y vídeos


Familia de caballos en libertad, en su hogar, en el bosque...




Regalo de cruzarme con ellos....





Vía romana antes del llegar al Ponte del Diabolo









Cráter de la Caldara di Manziana

















Ganadería fuera del bosque









Entrada a la Grotta di Pisto
























DATOS:
Distancia: 18,87 km
Modalidad: Circular

Dificultad: Fácil





NOTA:


Si quieres hacer la ruta mas corta puedes quitar el trozo de ir a la grotta, vas por la vía principal y vuelves al punto de inicio, y la verdad no es recomendable seguir las indicaciones de los senderos porque más que marcar los senderos marcan las zonas del bosque que están divididas por letras.



Enlace de la ruta  en Wikiloc, donde podrás ver todos los datos de la ruta y todas las fotografías:




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